Abstract
¿Qué rol le asigna el estado a la escuela? ¿En realidad sabemos que representa una educación controlada por la reproducción social escolar? ¿Cómo influye la globalización en esto? En este escrito se trata de dar una perspectiva general acerca de los roles que las autoridades escolares en México le adjudican a la escuela como formadora de “ciudadanos responsables”, y como la globalización y el fomento de pseudovalores es el discurso que se usa para fundamentar la escuela reproduccionista y credencialista en la que vivimos.
Globalización y Valores: Roles que no le corresponden a la escuela
La escuela con el tiempo ha ido adquiriendo roles que no le corresponden por que se pretende que ésta se convierta en “Ser formadora de sujetos autónomos reflexivos, productores y constituyentes de nuevas realidades sociales”; esto se ve en una sociedad competitiva, global y consumista para la cual la escuela trabaja.
Los problemas situados en el eje del contexto sociocultural educativo son muy diversos; primero tratare de observar lo que la ausencia de conocimiento respecto a la globalización perjudica a la escuela; entendiéndose la globalización como consumismo banal para el beneficio de unos cuantos; según Hall la globalización es:
“La globalización económica y financiera es la reducción o eliminación de las barreras nacionales para permitir el libre flujo de bienes y mercancías. Las causas de la globalización son para este autor: el desarrollo tecnológico aplicado al comercio mundial y la facilidad de exportar tecnologías de un país a otro manteniendo la centralización de la gestión en las ciudades globales.”
Según Galtung:
“La globalización se caracteriza por la movilidad creciente de los factores de producción y los productos, con un grado mayor de estandarización de las estructuras y las culturas. Globalización significa uniformización cultural, menos diversidad, menos simbiosis, menos resistencia”.
De acuerdo a estas definiciones un problema de nuestra sociedad es pensar que la globalización es conocer cómo funcionan las “tecnologías más modernas” o adquirir las mismas, el apropiarse de eventos culturales externos sin tomar en cuenta los propios o él porque de éstos; este es un problema que aqueja al ámbito educativo desde una situación real actual en que se pretende determinar que la escuela “deberá de encargarse del fomento, enseñanza y asimilación de las tradiciones y costumbres de nuestro país.”
Como señala la nueva alianza por la calidad de la educación, en su apartado de “Formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo” [1] se propone una Reforma curricular orientada al desarrollo de competencias y habilidades que contiene.-
Acuerdo
· Impulsar la reforma de los enfoques, asignaturas y contenidos de la educación básica.
· Enseñanza del idioma inglés desde preescolar y promoción de la interculturalidad.
Consecuencias del Acuerdo
· Ciudadanos íntegros, capaces de desarrollar todo su potencial.
· Contribuir al desarrollo cognitivo, fortalecer la reflexión sobre la lengua materna y la apertura hacia otras culturas.
Distribución de acciones en el tiempo
· Formar a partir del ciclo 2008-2009 y generalizada a partir del ciclo 2010-2011.
Este apartado de la reforma en un marco contextual diferente (en un sentido actitudinal y con medidas de cambio adecuadas) podría fortalecer la educación en México, pero no se puede pretender que la educación básica asuma roles que no le corresponden (por lo menos en un cien por ciento); el hecho de fomentar los, valores, las tradiciones y las costumbres de una cultura (cualesquiera que esta sea) es trabajo de la educación formal pero no particular y exclusivamente de la educación inicial; es decir la escuela se desarrolla en diferentes ámbitos el formal, informal y no formal; haciendo referencia el primero a la educación proporcionada en las instituciones reconocidas como niveles de ascendencia escolar (preescolar, primaria, secundaria, etc.). El ámbito informal es aquel aprendizaje empírico adquirido por observación o mediante los pares; y el no formal aquel conocimiento adquirido en una institución, pero que no representa un conocimiento básico para la sociedad (clases de música, natación, danza entre otras).
Sabemos que la educación que se da en la escuela debe ser ratificada por los padres en casa para que en el momento que el alumno se enfrenta a una realidad social distinta a la del hogar o la escuela; tenga las herramientas suficientes para sobrellevarla; así también es importante conocer el método de enseñanza aplicado en el hogar que sabemos, es variante; pero en determinados puntos, deberá ser homogéneo entre determinado grupo de estudiantes o determinada comunidad. Es importante concientizar a las comunidades acerca de la relevancia de un fomento de valores y de una multiculturalidad desde temprana edad ya que esto, facilitará el trabajo docente como la relación intrafamiliar, dando así una mejor educación a la juventud, rebatiendo también problemas de pandillerismo y delincuencia, así como discriminación, entre otros, dependiendo del contexto sociocultural en que se desenvuelva el educando.
Otra posible solución a este problema es el reforzamiento entre pares acerca de los valores, que practicamos todos los días aunque sea de forma inconsciente, el implementar cursos de capacitación para maestros en esta área ya que son pocos los docentes que se preocupan por los valores en sus vidas y sabemos que no podemos transmitir un conocimiento con el que no contamos.
La solución que nos brinda el Consejo de especialistas para la educación es.-
“Es opinión del Consejo de especialistas para la educación; las políticas de Formación Cívica y Ética adoptadas por la SEP y algunos gobiernos estatales deben mantenerse, profundizarse y ampliarse, afinándolas de conformidad con los resultados de la experiencia. Además de lo que realicen las escuelas y maestros de todos los niveles del sistema en este campo, el Estado y los particulares deberían dar estímulos y apoyos a otros actores e instituciones, principalmente a los padres de familia que tienen en esto atribuciones y capacidades fundamentales.
La Formación Cívica y Ética debe considerarse la tarea central de la educación y no una reforma curricular más, ni verse como una asignatura de currículo; la SEP debe renovar su esfuerzo por devolver a la escuela su misión formativa y ayudar a los maestros a desarrollar su vocación en lo que tiene de esencial. En esta perspectiva, la Formación Cívica y Ética se enfocará como tarea de la comunidad escolar en su conjunto y se relacionará con los demás actores de la sociedad que concurren en ella.” [2]
Esta propuesta como en el caso de la reforma de la alianza por el cambio educativo, debe estar realizada en un contexto idóneo o propicio para su realización para que se vea un resultado fructuoso al respecto.
Este rol dado únicamente a la escuela no es un problema de la globalización o de la falta de valores; si no un problema social en el que se cree que la escuela tiene la obligación de formar “ciudadanos modelos” y no ciudadanos pensantes los cuales exploten su capacidad de análisis para poder tener una perspectiva diferente acerca de la globalización (por ser uno de los problemas aquí abordado); hay que tratar de evitar caer en una reproducción social, pensando en reproducción social escolar como:
“La escuela, en el marco general de la sociedad, hunde sus raíces en determinadas estructuras sociales, históricamente concretas, y contribuye a la reproducción de éstas. Es decir, la clase social que controla el poder económico y político determina las formas de enseñanza/aprendizaje, puesto que en una sociedad dividida en clases, la educación está también dividida en clases.” (Montoya, 2008)
Los educandos, desde que empiezan en la escuela primaria, son adoctrinados con el mensaje de que el profesional vale más que uno que no lo es, y se les enseña a pensar que sólo a través de la escuela pueden acumular un currículo y poseer de un papel llamado título profesional, que más adelante les permitirá gozar de un status social y económico privilegiados. El individuo que asimila sus conocimientos en la escuela tendrá más preferencias en la vida laboral y será halagado por quienes controlan el poder político.
Ya sabemos que, en toda sociedad clasista, la educación es una mercancía, un bien de primera necesidad, y que el título profesional es el producto más codiciado, ya que equivale tanto como el dinero, exactamente como ser más equivale a tener más. De ahí que las escuelas y universidades, en lugar de cumplir la función de estimular el saber y la investigación, son maquinarias que distribuyen diplomas a un puñado de profesionales ávidos de vivir en la opulencia y conservar el antagonismo de las clases sociales; esto nos hace pasar de la reproducción social al credencialismo que pretende darle valor a una persona por las “credenciales” acumuladas a lo largo de su vida.
Estas dos corrientes sociológicas apoyan la idea de una globalización falsa en la que se cae en un consumismo absurdo; así vemos que se pretende que la escuela como institución social resuelva todos los problemas de una sociedad en la cual, en mi opinión personal, primero debería de reestructurar los objetivos de la institución escolar para convertirse en un lugar donde se amplían saberes especializados, para desempeñarse productivamente en la sociedad y ser la proveedora de herramientas que permitan desarrollar nuevos saberes. Desde la cual podemos tener una verdadera sociedad del conocimiento.
Bibliografía
Freire, Paulo: Pedagogía del oprimido, Ed. Siglo XXI, España, 1978.
Fromm. Erich: El miedo a la libertad, Ed. Paidós, España, 1982.
Meier, Artur: Sociología de la educación, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1984.
Los retos de la educación en México (p.48) Primera edición, 2006 © Consejo de Especialistas para la Educación
Alianza por la calidad de la educación (p.22), México
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